En este libro la autora hace una cuenta fallida de los días, las tardes, las noches, la escritura y las imágenes durante el 2020 y parte del 2021. Atraviesa la noche, propone iridiscencias, pequeños rayos, iluminaciones en medio de una oscuridad que a veces lo ocupa todo. Y con ellas construye refugio, allí donde se vuelve necesario el ritmo material para adentrarse a la intemperie, donde sea que nos toque. La escritura, la fotografía y el trabajo de edición resultaron en una superficie sensible, que compone(mos) afectiva y sensitivamente con la continuidad que se produce entre palabras e imágenes, entre luces y sombras, entre noche y día y entre eclipses que no son ni una cosa ni la otra, sino ambas a la vez.
